Lo dijo de broma, pero aun así me pareció una forma denigrante de definir algo que a los hombres se les ha alentado a hacer desde hace mucho tiempo. Después de 20 años casada, tuve un divorcio horrible. Cuando por fin estuve lista para volver a tener citas, los candidatos de mi edad entre 50 y 60 años no me convencían. Los hombres que conocía a través de amigos y que se ofrecían a cocinar un plato de pasta en su casa o a traer una botella de vino a la mía no las consideraba citas de verdad. Tampoco tengo palabras para describir al ricachón del yate que insistió, después de invitarme a comer, que yo le había prometido que a la noche siguiente lo invitaría yo a mi casa a cenar y a hacerle muchas otras cosas. Los hombres que conocía por las redes eran peores. Unos pocos me mintieron descaradamente sobre su estado social y sus hijos.
Teorías equivocadas
Cualquier momento y lugar es bueno para anotar otro punto en el álbum del cortejo. Las personas que padecen donjuanismo son incapaces de crear vínculos estables ante su imperiosa necesidad de perseguir nuevas aventuras sentimentales, tal y como explica la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, Acuarela Díaz, en una entrevista con Efe. Sus retos tienen que ver con la cantidad y la calidad de sus conquistas, pero no lo definiría como algo patológico. Para el psicólogo y sexólogo Esteban Cañamares, los adictos a la seducción se preguntan constantemente si son lo bastante hombres y necesitan demostrarse a sí mismos que son capaces de seducir a una persona para combatir su inseguridad. De hecho, los chicos siguen presumiendo de ligues mientras las chicas tienden a disimular. La adolescencia es una etapa clave: gran parte de la autoestima depende de ligar o no ligar, pero la mayoría va madurando con la edad, apunta Díaz. Si poco caracteriza al Don Juan es el miedo al compromiso. En la consulta de Cañamares predominan las personas que se derrumban cuando fracasan en su conquista y lo pasan muy achaque por la falta de lazos afectivos dignos de interés.
El efecto de la DHT
Los hombres, claro, no pueden hacer carencia contra esto, ya que, aseguran, su naturaleza es así. En todo el mundo. Un estereotipo al que el escritor francés Yann Moix contribuyó últimamente con unas declaraciones sin filtro que generaron polémica -y publicidad gratuita para su nuevo libro- como esta, y que algunos estudios, como el del finlandés Jan Antfolk, de la Abo Akademi, refrendan, aunque con matices. Tras preguntar a casi Sin embargo, como ese probable ya deja entrever, y los teóricos del estructuralismo se encargan de recordar, no hay prueba científica de ello. Y no se prostitución de a falta de pan buenas son tortas, sino de compatibilidad venéreo, dice. Lo cual concuerda con otra tesis que apunta a que el impulso de buscar hembras jóvenes se equilibra con el de buscar parejas de edad similar, porque facilita la crianza.
